hipocondría demagógica

Black Gestapo

Mi nueva adquisición es Black Gestapo, una vuelta de tuerca más al género de las películas blacksplotation. En 1975 ya había Dracula negro, Frankenstein negro y otras flipadas pensadas para el público afroamericano. Fue un paso lógico para el director y guionista Wes Bishop, que ya había escrito un guión erótico-nazi, Love Camp 7 y otro sobre la cabeza de un racista blanco implantada en el cuerpo de un negro llamada El regreso del hombre de dos cabezas. Se le ocurrió escribir una peli sobre negros nazis.

La peli está situada como todas las de la época en los barrios negros de Los Ángeles, infestados por las drogas, el juego y la prostitución controladas por los malvados blancos. El General Amed, un afroamericano ex-combatiente del vietnam, ha formado una ONG paramilitar llamada El ejército del pueblo, que se dedica a financiar programas de desintoxicación y reeducación para la comunidad negra. Uno de sus lugartenientes, el coronel Kojah, le pide organizar un pequeño grupo de hombres de confianza que defiendan a los negros de la creciente violencia de la mafia blanca. El general es reticente, pero al final cede.

Ahora pasamos al lujoso chalé del jefe blanco, que les dice a sus mafiosos que presionen más a los chulos y tenderos negros, porque quiere más pasta. El tío lleva peluquín y tiene uno de esos odiosos perritos falderos. Vamos, que consiguen que parezca despreciable. Un par de mafiosos, después de presionar a una puta para que trabaje más, se cruzan con la enfermera Marsha, la novia del general. Como está muy buena y ellos son muy malos, la violan. Cuando Kojah se entera coge a un grupo de seis hombres de confianza, se cuelan en la casa del violador, le pillan en la bañera y le cortan literalmente los huevos.

La Gestapo negra le corta los huevos al violador y después se cambia de uniforme.

Al enterarse el jefe mafioso, por alguna extraña razón decide no hacer nada. Los blancos siguen exigiendo pasta, pero el grupo de Kojah los persigue y se los va cargando uno a uno. Al final el jefe decide disolver temporalmente la mafia y se va en su cochazo a casa cuando ve como una tía en un coche a su lado le enseña las tetas (no sé muy bien porqué...) y entonces el coche empuja al del jefe fuera de la carretera. Aparecen los paramilitares de Kojah, le piden toda la pasta recaudada y después hacen explotar el coche.

Con los blancos fuera de juego, parece que todo tenrá un final feliz, pero no. Kojah ocupa un club de campo abandonado como centro de operaciones de su grupo. Los seis integrantes originales se cambian los uniformes marrones con boina roja por unos negros con gorra como la de las SS, sólo que ellos llevan un brazalete con un puño negro. Consiguen muchos reclutas negros que se entrenan en lo que era el campo de tenis, mientras los jefes se pegan unas comilonas y se tiran a mujeres blancas de grandes tetas en el club de campo con piscina.

El general Amed intenta que Kojah entre en razón, pero sólo consigue que se lo intenten cargar.

El grupo de Kojah se vuelve avaricioso y presiona a los tenderos, vende drogas y controla la prostitución, como hacían los blancos antes. Un día alguien pone una bomba en el hospital de la novia del general Amed, que sigue sin enterarse de nada. Pero como la novia le deja por mafioso, Amed sigue a los soldados de Kojah y descubre la guarida secreta. Los soldados le llevan a un descampado y le intentan matar, pero el se salva milagrosamente.

En un final estilo Comando, Amed se cuela en la guarida secreta de los negros nazis, se pone un uniforme negro, manda a la mitad de los soldados que corran tanto como puedan y se carga a la otra mitad con unos canutos construidos por él como si fuera McGyver. Finalmente se enfrenta cara a cara con Kojah en una emocionante pelea.

Black Gestapo no es tan bestia como otras películas de nazis, pero a cambio tiene todos las bondades de las películas negras de los setenta. Me encantan los títulos de crédito en la que se ven secuencias de Hitler mientras suena música funky y al final ponen la imágen en negativo. La banda sonora es muy buena. Además las escenas de acción con esos planos deformados, como el del tío que intenta matar al general Amed.

El actor que hace de Kojah, un tal Charles P. Robinson, que se parece mucho al negro de Vacaciones en el mar por el afro y el bigote, lo borda, esa cara de mala leche y la escena del discurso es genial. En la película no hay ninguna referencia nacionalsocialista, sólo en el título y en la presentación, por lo demás es una buena película blacksplotation sobre los peligros del fanatismo.

Yo la tengo en una edición española en vídeo que sacó Omnivideo en 1984, supongo que no es difícil de encontrar, porque la gente de Melanoma Films también hicieron un comentario hace unos meses. También hay una edición en DVD en inglés junto a The Black Six, porque sólo dura hora y media.

joer... vaya personaje...

Joder tio, eres el puto amo, menudo friki. Cada vez que entro me quedo flipau. Donde compras cosas como black gestapo.

Se sale por las penkas...me parto la polla...os imaginais por un momento que hubiese un partido nazi de gente negra. ¿a quien persiguirian? ¿a negros sin pasado en los campos de algodon? un diez.

donde pones el ojo... feliz año.