Academia Rushmore
Aprovechando el reportaje sobre las tres pelis de Wes Anderson que sale en la Ruta 66 de este mes, desde aquí quiero apoyar por completo la afirmación de que Academia Rushmore es una película como mínimo innovadora. Cuando la ves por primera vez estás un poco confuso e incluso puedes llegar a pensar que no es muy buena, porque es difícil de enmarcar en un género y tiene un humor melancólico que acabas por disfrutar despúes de volver a verla. Eso es lo que me pasó a mí cuando la dieron por el Plus. Una de las ventajas del Plus es que dan las pelis tropecientas veces.
Max Fisher es el peor alumno de la Academia Rushmore, un colegio de pago para chicos, y además es adicto a las actividades extraescolares. El chico es presidente de la sociedad de backgammon, es cinturón amarillo de karate, editor del periódico de la escuela y en muchas otras asociaciones del estilo. Además también es un mentiroso compulsivo, les cuenta a sus compañeros que se ha enrollado con madres de alumnos y también afirma que su padre es cirujano cerebral, cuando realmente es barbero y él sólo está en el colegio por una beca que se tambalea debido a sus malas notas. Max se hace amigo de Blume, un hombre de negocios que lleva a sus hijos a Rushmore y se enamora de una profesora de parbularios, la señorita Cross cuando encuentra un poema escrito por ella en un libro sobre la fauna marina.
Más tarde, Blume también se enamora de la señorita cross y se crea un triangulo amoroso. Todo esto sucede mientras Max estrena varias obras de teatro dirigidas y escritas por él mismo, planea convertir el campo de beisbol en un acuario gigante, le echan de la academia y entra en un instituto público dónde finalmente encuentra su lugar.
Como ves es una película con mucho argumento. Y muchas más cosas que me he dejado. Está llena de detalles que la convierten en una obra maestra. Las obras de teatro de Max están basadas en películas como Sérpico o Apocalipsis Now y en las acutaciones hace poner máscaras protectoras al público, porque usa explosivos reales y decorados mega-currados.
El personaje del magnate de la industria del hierro, el señor Blume, interpretado por Bill Murray, es deliciosamente deprimente. El tío no soporta a sus hijos, dos gigantes pelirrojos que no paran de tocarle los huevos, y hay una escena muy buena en la que se tira a la piscina en bomba con un cigarrillo colgándole de la boca como si quisiera suicidarse.
Tambien hay que destacar una banda sonora llena de grandes canciones olvidadas pero que están a la altura de los clásicos, como Making Time de los Creation, o Oh La La de los Faces. La melodía de la guitarra acústica del principio de Oh La La siempre me hace estremecer.
Anderson usa un telón como el que tapa los escenarios de los teatros para introducir cada parte de la peli. Cuando muestra todas las actividades que hace Max, el tío salta de una a otra con unos subtítulos que indican el nombre del club y con el Making Time de fondo.
Esta peli esta en todos los videoclubes. Así que si no la habeis visto, no hay excusa. Otro día ya hablaré de The Royal Tenenbaums que es todo un mundo en sí misma(y la banda sonora incluye a los Ramones).
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